¡Es un mito! Las preparaciones de toxina botulínica se excretan por completo del cuerpo, sin dejar consecuencias.
La finalidad de la terapia botulínica no es proteger para siempre contra las arrugas y líneas de expresión (aunque eso quisiéramos), sino limitar la fuerza con la que fruncimos el ceño, levantamos la frente o creamos las arrugas en las patas de gallo, para así mantener una piel lisa sin líneas de expresión.
La duración promedio de la toxina botulínica es de 10-12 semanas con lo que te deleitaras con una piel suave y sin arrugas durante este tiempo.
Recuerda que la toxina botulinica puede suavizar incluso las arrugas más microscópicas, al tiempo que afecta mínimamente las expresiónes faciales. Después del procedimiento, la capacidad de transmitir sentimientos emocionalmente permanece.
¡Atrévete a dar el cambio! Te encantarás.