A diferencia de su hermano, Akimitsu tiene una personalidad algo más fuerte. Es curioso por naturaleza, disfrutando sobre todo de la comida y la música, y le gusta jugar con otras personas. Oculta sus deseos de engañar a otros tras una apariencia juguetona casi inocente a primera vista.
No tiende a ser tan elegante aunque eso no implique que no sepa controlarse, es solo que es una persona que tiende a hacer lo que su corazón dicta antes de nada.
Es cabezota y algo reservado con desconocidos, siendo su gemelo la única persona en la que confía de verdad totalmente. Pese a esto su especialidad es embaucar a otros, sabiendo como sonar sugerente o vender sus palabras para que estas suenen atractivas a los demás.
Suele ser bastante estridente, alcanzado a ser violento con otros si es necesario.
En compañía de animales es más calmado y pacífico, eso sin contar lo protector que es de su gemelo, alcanzando a ser muy egoísta y posesivo respecto a su gemelo.
Akimitsu y Uehara nacieron en Japón hace ya unos años... Envueltos en paz y calma, viviendo rodeados de naturaleza y animales, con flores y ríos. Escondidos de la humanidad y rodeados de los suyos.
De niños eran puros e inocentes, más esto no duraría demasiado pues la vida de ambos daría una vuelta drástica.
A la dulce edad de 6 años todo cambió, los pueblos y ciudades de humanos de sus alrededores comenzaron la cada de Kitsunes. Los humanos deseaban sus pieles y sus poderes, esos fueron los principales motivos para atacar las aldeas y pueblos de su especie... Más todo parecía ocurrir lejos, hasta que un triste día, todo cambió, era un recuerdo que aún atormentaba a ambos gemelos: Un grupo de humanos se acercó a donde vivían, para cazar a los suyos.
La madre de ambos, que era lo único que a ambos le quedaban, escondió a los niños lejos de todo peligro en una madriguera.
Lo que vino después aparece aún en sus pesadillas... La imagen de su madre muerta, ambos tapando sus bocas para no hacer ruido y ser descubiertos. No quedaba nada de lo poco de familia que tenían, todo estaba lleno de sangre y cadáveres ahora... no les quedaba otra que huir, huir y sobrevivir cazando animales sin mostrar su forma humana, cuidándose entre ambos.
La principal diferencia es que no vio de primera mano a los suyos, ya fallecidos ante si, no como su gemelo menor. Pero no por eso trato mal a su gemelo o lo abandono... No, se quedó cerca de el, cada vez más y más cerca de Uehara cruzando la línea de lo normal entre hermanos. El amor de ambos creció a algo romántico, no necesitaban nada más... así eran ellos, felices.
La vida de ambos siguió, viviendo y aprovechándose de idiotas a los que engañaban para conseguir una vida mejor... Así hasta que escucharon hablar de la escuela Aethereal donde ambos se apuntaron. La vida que vivían que podía ser mejor y esa fue el principal motivo por el cual se apuntaron allí además de la paz había llegado a su especie, siendo ya nula la caza a los Kitsunes.