La cosmética natural emplea 95% de ingredientes extraídos de la naturaleza, de los cuales 50% corresponden a materias ecológicas y vegetales, mientras que el 5% restante son compuestos 100% ecológicos que, por supuesto, se extraen de forma respetuosa con el medio ambiente.
Aunque suele confundirse con la cosmética ecológica, la natural, tal como su nombre lo indica, solo utiliza ingredientes procedentes de la naturaleza como, por ejemplo:
Derivados de origen animal (como la cera de abejas).
Compuestos de origen vegetal (como ciertas plantas con propiedades aptas para el uso cosmético).
Minerales (como las arcillas).
Es por estos compuestos que las fórmulas de la cosmética natural son tan demandadas en la época actual. Al aprovechar los ingredientes extraídos de los ecosistemas, suelen ser más respetuosos con la piel, incluso con pieles atópicas y sensibles.
Por supuesto, el uso de estos productos cosméticos deberá ser vigilado por expertos en la materia. Así que, si te interesa disfrutar de sus propiedades, lo mejor será que te asegures previamente de no ser alérgico a algún componente y conversar con tu dermatólogo de confianza acerca de ese nuevo producto que quieres añadir a tu rutina de belleza.