La economía circular es un modelo productivo que prioriza la creación de productos -aquellos mínimos indispensables- teniendo en cuenta su impacto medio ambiental.
En el mundo de hoy predomina una forma de producir y consumir que es lineal. El modelo lineal extrae los recursos de la naturaleza, para generar productos que después consumimos y desechamos como basura. Este modelo es lineal por basarse en extracción >producción >consumo >desperdicio. Esta forma de producción y consumo no es sustentable porque los recursos de la naturaleza son finitos. Tampoco es sustentable porque no contamos con el espacio físico para tirar todo lo que consumimos. Cada latinoamericano produce un kilo de basura al día. Sumado a esto, la urbanización, junto con una clase media en crecimiento, ha aumentado la demanda de bienes de consumo. ¿Cómo hacemos para seguir consumiendo como lo hacemos si los recursos cada vez son menos y la población mundial cada vez es más?
La economía circular nace como respuesta a ese problema ya que consiste en producir pensando en que no existe un final en el ciclo de vida del producto. De esta manera, la extracción del recurso es menor y los productos que se desechan disminuyen porque se da lugar a la reparación, el reciclaje, la reutilización y la re fabricación. Este modelo tiene en cuenta tanto la necesidad y la ganancia material, como también el impacto y la contribución medioambiental desde la creación del producto.
Según estimaciones de la ONU Medio Ambiente, la economía circular podría reducir entre un 80 y un 99% los desechos industriales en algunos sectores y entre un 79 y un 99% de sus emisiones. Si bien hay muchos conceptos relacionados a la economía circular, se trata de re-pensar la cadena de valor y es una transición que implica un cambio de mentalidad por parte de todos los los actores de la sociedad.
Algunos principios de la economía circular: