Porque, si algo no es el triángulo de las Bermudas, es una zona plácida en absoluto. El inicio de su misterio debe marcarse en el año 1945, cuando una cuadrilla de cinco aviones de la Marina estadounidense, que sobrevolaba la zona, desapareció sin dejar rastro. No solo eso, también lo hizo un sexto aparato de emergencia que acudió al rescate de los cinco primeros. En total, 27 personas de las que no se volvió a saber nada nunca más, y que forjarían el principio de la famosa leyenda.
Desde entonces se ha tratado de dar una explicación suficientemente coherente a las extrañas desapariciones de barcos y aviones. El científico australiano Karl Kruszelnicki explicó en su día que, en realidad, el número de embarcaciones y aviones que desaparecen en la zona es igual que en otras partes del mundo, en función de los porcentajes, puesto que se trata de una zona muy transitada. Es decir, a mayor número de barcos, también mayor probabilidad de que crezca el número de hundimientos. Aun así, otros siguen atribuyéndolo a causas de índole paranormal.